sábado, 17 de noviembre de 2018

DIOS DE LO IMPOSIBLE.


2 comentarios:


  1. CON QUE AUTORIDAD HACES ESTAS COSAS? Lucas 20:2.

    De muchas ocasiones de extremo peligro en las que el Señor Jesus se halló, fue está una, en que hasta la muerte se hizo presente.
    Aquel día los judios se habían preparado para dar un apedreamiento seguro. Hacía tiempo que los enemigos de Jesus venían estudiando cada palabra de el, tratando de hallar algún pretexto para predenderle, pero hasta ahora, los bienes y sanidades que acompañaban a aquel hombre extraordinario, los había dejado con las manos vacías.
    Rápidamente la expectación había crecido entre el pueblo, a medida que se difundía el evangelio (las buenas noticias) de que al fin el Mesias de Israel estaba entre ellos. Pero para muchos, como para algunos de sus discípulos, la prueba definitiva que debía confirmarlo no parecía muy clara: "Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elias venga primero? Respondiendo Jesus les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Más os digo que Elias ya vino, y no le conocieron..." "Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista" Mateo 17:10-13.
    Los judios jamás aceptaron que el Elias que había de venir primero fuese el propio Juan (el Bautista), de ahí que Jesus al responderles, lo hiciera a su vez con otra pregunta: "...respondedme: "El bautismo de Juan, era del cielo, o de los hombres? (Jn. 20:4).
    Sin embargo, la cuestión que había reunido a "los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos", incluso para bien de todos los que hemos creido en el Hijo de Dios (Jesucristo), es bueno que se de una respuesta a tales objeciones sobre su autoridad (que según los principales sacerdotes, Jesus no tenía), ellos volvieron a decirle: "...Quién es el que te ha dado esta autoridad?"

    De una forma o de otra, el que Jesus respondiera negativamente no lo libraría del concejo de "silenciarlo" que ya había en su contra, así que, si él recurría a invocar el NOMBRE (YHWH), y que era precisamente lo que aquellos perversos maquinaron que Jesus haría, para poder acusarlo de blasfemia en contra del Nombre (del ÚNICO, cuyo NOMBRE es impronunciable), pues según la ley de Moisés, ningún extraño podía siquiera acercarse, ya que solo el "Kohan Gadol" (sumo sacerdote) cuando ministraba en Su presencia podía pronunciar tan excelso Nombre, y solo dentro del lugar santísimo, así que, no había forma de que el pueblo conociera el nombre de su Dios, porque además las autoridades del templo se habían encargado de mantenerlo en secreto (Jeremias 23:27). Finalmente, los judios se quedaron sin una respuesta porque ellos tampoco se atrevieron a contradecir al pueblo, y por temor a que el apedreamiento que habían planeado se les volteara a ellos.
    Ahora, para nuestra edificación y mayor dicha, déjenme decirles que fueron varias las ocasiones en las que Jesus afirmó (testificó) que él había visto y oído al Padre, más aún, reclamó con verdad, ser El, el único en haberlo visto y su preexistencia en El (Juan 17:5; 14:31; 15:15,21).

    "Si yo me glorifico a mí mismo, mí gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decis que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conoceis; más yo le conozco, y si dijese que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo Su Palabra". Juan 8:54, 55.

    "Por esto los judios aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios". Juan 5:18, 19.
    "...el Padre mismo os ama, porque vosotros me habeis amado, y habeis creido que yo salí de Dios". Juan 16:27, 28.

    !Maranatha! !Cristo Viene!

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