viernes, 19 de junio de 2015

DR. AUGUSTO CURY: EL INTENSO ATEÍSMO SE DERRUMBA

Psiquiatra y autor.
Conocí al Dr. Augusto Cury, un brasileño, mientras estaba escribiendo un libro en Estados Unidos. Como un internacionalmente renombrado psiquiatra y autor prolífico, ha escrito treinta libros con más de cuarenta millones de copias vendidas en todo el mundo. Sus enseñanzas y su revelación han impactado a personas de más de sesenta naciones. Me honra llamarlo amigo. (Rice Broocks).
Dr. Augusto Cury: Yo era uno de los ateos más comprometidos que haya caminado sobre esta Tierra, posiblemente más que Nietzsche, quien escribió acerca de la muerte de Dios; o que Karl Marx, quien escribió que la religión es el opio que paraliza a la humanidad; o que Freud, quien escribió que buscar a Dios es buscar a un padre protector. La gran mayoría de ateos, en realidad, son antirreligiosos. Contrario a ellos, yo era un científico ateo. 
Al investigar teóricamente una de las últimas fronteras científicas—la naturaleza y los límites del proceso de formación de pensamientos—Dios para mí era el fruto de la complejidad de pensamiento de la ingeniería más alta, producido por un cerebro apasionado por la vida que no resistiría su caos en la soledad de una tumba. Es probable que haya llegado a la última etapa del ateísmo. No obstante, debido a que mi teoría contemplaba no solo la construcción del pensamiento, sino también el proceso de capacitación de los pensantes, estudié la mente de grandes hombres y mujeres, para ver si se liberaban de la prisión de la rutina y avivaban su inteligencia, y qué herramientas utilizaban para producir grandes ideas.
Como ateo psicológico, decidí estudiar a un hombre llamado Jesús. Comencé con sus biografías, acudí a los Evangelios en varias versiones. Esperé encontrar a una persona ordinaria con un gran intelecto o emoción, producido por un grupo de galileos que necesitaban a un héroe que los liberara de la opresión de Tiberio César, el emperador romano. Pero mi análisis detallado me dejó perplejo, asombrado y fascinado porque, claramente, comprendí que ninguna mente podía producir a un individuo con las características de su personalidad. Él no encajaba en la imaginación humana. Cientos de ejemplos que investigué confirmaban esta tesis. Cito dos de ellas.
La primera: los fenómenos psicológicos y sociológicos que sucedieron en su última cena. Él eligió una de las dos peores clases de hombres como sus alumnos o discípulos para formar una clase excelente de pensadores. Esa fue una elección muy arriesgada. Ellos tenían graves defectos de personalidad, tales como la necesidad neurótica de poder y control sobre los demás, y la actitud social de siempre tener la razón. En la última cena, sabiendo que Él pronto estaría muerto, Jesús todavía tenía que enseñarles importantes lecciones de generosidad, altruismo y tolerancia social. Luego, para mi asombro psicológico, sociológico y psicopedagógico, controló su dramática presión, abrió los portales de su mente, tomó un poco de agua y una toalla, y comenzó a limpiar los pies de esos jóvenes que solo le habían dado jaquecas. Con una inteligencia única, bombardeó las necesidades neuróticas, haciéndolos volver a editar la película de su consciencia y volver a escribir sus historias. Nunca alguien tan grande se había hecho tan pequeño con el fin de hacer grandes a los pequeños. 

La segunda: cuando Judas Iscariote traicionó a Jesús, uno esperaría que Él cerrara el circuito de su memoria y reaccionara instintivamente, sucumbiendo a los ataques de ira o temor. Pero para perplejidad de la ciencia humana, gobernó su intensa frustración, miró a su traidor y tuvo la valentía de decir: “Amigo, ¿por qué estás aquí?”.
En primer lugar, Jesús llamó amigo a Judas, lo cual es notable e indica que no temía ser traicionado ni temía perder un amigo.
En segundo lugar, Él hizo una pregunta—en filosofía, una pregunta es el comienzo de la sabiduría—. Jesús no respondió rápidamente, pero su pregunta hizo que Judas internalizara, se cuestionara a sí mismo y encontrara su propia respuesta. Él deseaba mentes que pensaran, no esclavos. Él mostró solemnemente que una persona es más importante que su error. Nunca en la historia una persona traicionada había tratado a su traidor con tal dignidad.
No existe un precedente histórico para las características de la personalidad de Jesús. Freud, una de las mentes más brillantes de la humanidad, reaccionó completamente diferente. Él desterró a Jung y a Adler de la familia psicoanalítica por contradecir sus ideas.
Yo estaba tan fascinado con la inteligencia de Jesús que escribí mil páginas en cinco volúmenes al respecto. Uno de los errores más grandes del cristianismo fue estudiar a Jesucristo solo desde el ángulo espiritual y no desde las complejas funciones de su mente. La educación mundial sería diferente si incorporara las herramientas que Él utilizó para capacitar a los pensadores.
Yo no defiendo ninguna religión, pero la ciencia que ha llevado a muchos al ateísmo, hace catorce años me convenció de que hay un Dios detrás de las bambalinas del tiempo y el espacio.

Autor del libro "Nunca renuncies a tus sueños" 
Libro que recomiendo 100%

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domingo, 14 de junio de 2015

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domingo, 7 de junio de 2015

ARQUEÓLOGOS QUE DEFIENDEN LA BIBLIA.

Los arqueólogos han descubierto que la Biblia es tan precisa que a menudo la consideran una guía fiable cuando van a excavar a zonas nuevas. La famosa arqueóloga Dra. Eilat Mazar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, confía tanto en la historicidad de la Biblia que dice: "Trabajo con la biblia en una mano y mis instrumentos de excavar en la otra"

El arqueólogo Yigael Yadin, que se basó en gran medida en la guía de la Biblia para descubrir la gran puerta de Salomón en el famoso yacimiento al norte de Galilea, dijo: "Nos pusimos a buscar (la puerta) con la biblia en una mano y la pala en otra".

Trude Dothan, la distinguida arqueóloga que lleva más de cuarenta años excavando en Israel, afirma que "Sin la Biblia, ni siquiera habríamos sabido que existieron los filisteos".

El Dr. Aren Maier, de la Universidad Bar Ilan, admite la creencia popular de que "en la tierra de Israel no es posible dedicarse a la arqueología si no se consulta la Biblia".

El motivo por el que los arqueólogos usan la Biblia es por que ha demostrado ser fiable. EL Dr. Nelson Glueck, que apareció en la portada de la revista "Time" y que es considerado uno de los mayores arqueólogos de la historia, escribió:

"Podemos afirmar categóricamente que no se ha producido un solo descubrimiento arqueológico que haya contradicho una referncia bíblica. Se han realizado decenas de hallazgos arqueológicos que confirman, claramente o con un grado exacto de detalle, las afirmaciones históricas de la Biblia. Del mismo modo, la evaluación correcta de las descripciones bíblicas ha conducido a menudo a unos descubrimientos asombrosos".

Esta son palabras de un hombre a quien se han atribuido el descubrimiento de más de 1.500 yacimientos antiguos en Oriente Medio.

En su libro, "What mean these stone", el profesor Millar Burrows, de la universidad de Yale, escribió:

"No cabe dudad de que el campo de la arqueología ha fortalecido la confianza en la fiabilidad del registro de las escrituras. Más de un arqueólogo ha visto cómo aumentaba su respeto por la Biblia como consecuencia de su experiencia de la excavación en Palestina".

John Elder, autor de "Prophets, idols diggers", dijo:

"No es una exageración sostener que fue el auge de la ciencia de la arqueología lo que resolvió el punto muerto al que habían llegado los historiadores y los cristianos ortodoxos. Poco a poco, ciudad tras ciudad, una civilización tras otra, una cultura tras otra, cuyos recuerdos solo figuraban en la Biblia, fueron recuperando el lugar que les correspondía en la historia antigua gracias a los estudios de los arqueólogos... La arqueología no ha refutado en ningún momento la veracidad histórica de la Biblia".

William F. Albright, renombrado arqueólogo de la universidad Johns Hopkins, que publicó más de 800 libros y artículos, y famoso por confirmar la autenticidad de los manuscritos del Mar Muerto, dijo "La sucesión de hallazgos han confirmado la precisión de innumerables detalles, y ha aumentado el reconocimiento del valor que tiene la Biblia como fuente histórica":
Estos hombres no están hablando de un mero puñado de descubrimientos, sino de miles de hallazgos.

Tomado del libro "Evidencia arqueológica de la Biblia" de Charlie H. Campbell.