domingo, 11 de octubre de 2015

EL DILUVIO DEL GÉNESIS (5)

Los cristianos y los judíos creen que el relato que hace Génesis del diluvio es un retrato preciso de lo que sucedió. ¿Por qué? Norman Geisler y Ron Brooks ofrecen una descripción general y sucinta de los motivos:

Las otras versiones [del diluvio] contienen añadidos que manifiestan corrupción. Sólo en Génesis se nos da el año del diluvio, además de las fechas de toda la cronología relativa a la vida de Noé. De hecho, Génesis se lee casi como un diario o cuaderno de bitácora de los acontecimientos. El barco cúbico babilónico  no podría haber salvado a nadie del diluvio. Las aguas turbulentas lo habrían volcado sin cesar de un lado a otro. Sin embargo, el arca bíblica es rectangular (larga, ancha y baja), de modo que pudiera navegar bien por los mares agitados. La duración de la lluvia en los relatos paganos (siete días) no basta para explicar la devastación que describen... La idea de que las aguas del diluvio bajasen en un solo día es igual de absurda... en los otros relatos, al héroe se le concede la inmortalidad y es exaltado, mientras que en la Biblia vemos que Noé pecó. Sólo una versión que pretenda decir la verdad incluiría este dato.

El Holman biblie Handbook añade lo siguiente a estas diferencias (Diferencias vistas en la entrada anterior):

En la Biblia, Dios siente una ira moral frente a la perversidad humana. Los dioses de la épica de Gilgamesh son inmaduros, alocados, y el ruido que hacen los humanos les impide dormir. En Génesis, la voluntad de Dios, en su gracia, es salvar a los que están en el arca. El héroe [una figura semejante a Noé] de la épica de Gilgamesh descubrió el diluvio venidero a pesar de que la mayoría de los dioses se oponían que se enterase.

Las explicaciones anteriores, unidas al registro fósil, son algunas de las razones por las que creo que el relato del Génesis es una narración superior, más precisa, del suceso real. Además, para un Dios soberano y omnipotente no debería ser en absoluto difícil demostrar que el relato de Moisés sobre el diluvio es perfectamente preciso. Dios puede haber hecho, mediante su providencia, que una versión de la historia, la que  se transmitió por medio del pueblo judío y,  en última instancia, llegó a Moisés para que la compilase, editara y pusiera por escrito como Escritura, se viera libre de toda contaminación. Otra posibilidad es que, aunque en todos los relatos se pueden haber inscrustado elementos legendarios antes de la época de Moisés (c. 1446 a. C.), Dios enderezará la verdad de este asunto mediante una revelación directa y especial a Moisés en el monte Sinaí. Para mí, es válida la vía que Dios utilizara para la conservación exacta de los detalles relativos al diluvio, sea cual fuere.


Tomado del libro "EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA DE LA BIBLIA" de Charlie H. Campbell.


Fin... por ahora.