sábado, 19 de septiembre de 2015

EL DILUVIO DEL GÉNESIS (4)

Cuantos más testigos hay que cuentan una historia parecida, más probable es que la esencia del relato sea cierta. 
Vamos a reflexionar sobre esto. Supongamos que usted tiene en una mesita de salón dos libros escrito por dos autores diferentes. Ambos pretenden ser relatos de primera mano de personas que sobrevivieron a Auschwitz, el nefasto campo de exterminio Hitler. Uno de los dos libros se publicó diez años después de la derrota de Alemania; el otro, cuarenta años más tarde. A medida que los vas leyendo, detecta bastantes similitudes en los relatos de cómo era la vida en aquel lugar tan espantoso. Encajan las descripciones de los guardias, las normas, la crueldad, la falta de alimentos, el trabajo, las ropas. ¿Rompe usted el libro más reciente y concluye que el escritor plagió al otro autor porque existen similitudes entre las dos obras? Yo no lo haría. Creo que sería más prudente pensar que algunos de los detalles son idénticos porque ambos relatos hablan de un mismo suceso, sobre el que informan (La vida en Auschwitz).

Creo que debemos tratar de igual manera  los relatos sobre el diluvio. Las similitudes no están ahí debido a un plagio, sino porque los relatos hablan del mismo suceso, el Diluvio

Pero los críticos de la Biblia no se interesan por las similitudes de estos relatos, sino por las diferencias entre ellos. Y cierto que existen diferencias:

  • La versión del génesis es monoteista.
  • La épica de Gilgamesh es politeista.
  • El Dios del génesis es santo.
  • Los dioses de Gilgamesh actúan de forma impía.
  • Las arcas tiene formas diferentes.
Estas diferencias no son sorprendentes. A medida que los descendientes de Noé se extendieron desde los montes de Ararat (c. 2.400 - 2.300 a. C.), llegando hasta los cuatro extremos del mundo, y la historia se fue transmitiendo con el paso de los siglos, se fueron infiltrando detalles contradictorios en las diversas versiones del relato. Algunos críticos señalan estas diferencias y concluyen "Todas las historias sobre el diluvio son mitos, ¡incluyendo el relato bíblico!".

Pero ¿Acaso las diferencias en los relatos significan que todos ellos son mitos y que no podemos confiar en ninguno? En absoluto. Imagine por un instante que está sentado en una sala de tribunal asistiendo a un juicio. A medida que avanza el día, se da cuenta de que los testigos que prestan declaración ofrecen detalles contradictorios de un mismo hecho ¿Qué pensaría si el juez alzara la mano y dijera "¡Todo el mundo miente!", dejase el mazo, declarase que el juicio es nulo y se fuera de la sala? ¿Qué pensaría de su afirmación de que todo el mundo miente? Es posible que todos mintieran; es posible que se diera el caso. Pero creo que sería prudente asumir que, aunque existen algunos detalles contradictorios, es probable que uno o dos de los testigos que declaran ofrezca un relato más preciso que los otros. El objetivo del jurado consiste en averiguar cuál de los relatos es más digno de confianza.

Los críticos que detectan las diferencias en los relatos del diluvio y luego dejan caer el mazo y declaran que todos son mitos, cometen el mismo error del juez en la situación que hemos imaginado. No consideran seriamente la posibilidad de que una de las versiones sea un relato más preciso de lo que realmente sucedió.

Continuará....

viernes, 4 de septiembre de 2015

EL DILUVIO DEL GÉNESIS. (3)

La Biblia nos dice que Dios juzgó a la humanidad pecadora 2500 años antes de Cristo, desatando un diluvio cataclísmico que devastó el planeta. Si este acontecimiento tuvo lugar, tal como dijo Moisés y como afirmaron Jesús y Pedro (Mateo 24:39; 2 de Pedro 3:6), sin duda deberían haber evidencias al respecto. ¿Las hay?  SÍ.



Ahora bien, la arqueología, hablando en términos estrictos, se interesa por los restos que han dejado los humanos, no por los actos de Dios. Por lo tanto, la evidencia que dejó el diluvio tiene más interés para los geólogos que para los arqueólogos.

Pero a menudo los arqueólogos encuentran en sus excavaciones las mismas evidencias que los geólogos, de modo que hablaré brevemente de ellas aquí, empezando por el registro fósil.

En cualquier punto de los continentes en que excaven geólogos y arqueólogos encuentran millones de animales muertos y de plantas enterrados y fosilizados en las rocas sedimentarias, compuestas de arena, barro y limo que fueron depositados rápidamente por el agua. ¿Restos de miles de millones de animales dentro de las piedras? Resulta extraño. 

Los animales que mueren de muerte natural se descomponen y desaparecen rápidamente. Pensemos, por ejemplo, en el bisonte americano. Un paleontólogo especialista en invertebrados, Carl Dunbar, señala:

"Los incontables millones de cadáveres de bisontes repartidos por las llanuras hace dos generaciones apenas has dejado rastros visibles, La carne se la comieron los lobos y los buitres al cabo de horas o días después de su muerte, e incluso los esqueletos han desaparecido casi del todo, porque los huesos se han disuelto y desmenuzado, reducidos a polvo debido a las inclemencias del tiempo"

Hoy día, cuando los animales mueren sus cadáveres quedan en tierra y, en cuestión de meses, los carroñeros esparcen sus huesos o, si no los toca nadie, empiezan a corromperse debido al efecto de los elementos.

Pero a los miles de millones de criaturas que encontramos en el registro fósil les pasó algo distinto. Sus huesos están conservados, muchos de ellos intacto, con muy poca evidencia de descomposición. Esto ha inducido a muchos paleontólogos, geólogos y arqueólogos a llegar  ala conclusión de que tales animales murieron durante un diluvio. Sus cuerpos fueron atrapados en el aluvión de fango, enterrados rápidamente en los sedimentos mientras estos seguían húmedos y blandos, y luego conservados en ellos.

Los fósiles de miles de millones de criaturas muertas recubiertas de rocas sedimentarias por todo el mundo son un recordatorio poderoso del diluvio descrito en el libro de Génesis.

Además de la extensa evidencia fósil, los arqueólogos han desenterrado muchos escritos antiguos extrabíblicos que describen una inundación catastrófica.  Los griegos, los hindúes, chinos, mexicanos, algonquinos y hawaianos tienen relatos sobre el diluvio. Aunque existen diferencias entre los relatos, los paralelos entre ellos son impresionantes. Pensemos en la lista de similitudes entre el diluvio de Noé y el relato del diluvio conocido como la "Épica de Gilgamesh", Que se descubrió hace 150 años en las ruinas antiguas de una biblioteca de Nínive. En ambos relatos:
  • El diluvio fue ordenado por un dios.
  • El diluvio estuvo relacionado con el hecho de que la raza humana se apartó de Dios/dioses.
  • Se dio la noticia anticipada del diluvio a un individuo.
  • Se le ordenó que construyera una barco (o similitudes, porque originalmente no era un barco, era un arca).
  • El barco estaba calafateado por dentro y por fuera.
  • Una tormenta provocó el diluvio.
  • La familia del protagonista y los animales a bordo del barco se salvaron.
  • Todos los que no estuvieron en el barco murieron.
  • El barco encalló en la cumbre de una montaña.
  • Tras el diluvio se enviaron aves para determinar si el mundo era habitable.
  • Tras el diluvio se ofrecieron sacrificios.
Dado que existen tantos puntos en común entre la épica de Gilgamesh y el relato bíblico, no es difícil llegar a la conclusión de que ambos relatos hablan de un mismo acontecimiento.

Pero algunos críticos de la biblia observan estas similitudes entre los relatos, y sostienen que Moisés debió robar la idea de un diluvio de una fuente anterior a su época. Aparte de las similitudes existentes entre los relatos, no tienen evidencias de que haya sucedido esto. Pero el parecido existente  en los diversos informes sobre los sucesos históricos no demuestran que exista un plagio. Es muy posible que los testigos que incluyeron en sus relatos unos detalles parecidos describieran un suceso real; en este caso, el diluvio.


Continuará...